Guía de Recuperación Muscular; Hacer ejercicio con regularidad permite trabajar varios grupos musculares y mejorar la salud cardiovascular. Una rutina de ejercicios o un programa de entrenamiento óptimos también incluyen un proceso de recuperación posterior al entrenamiento.

Guía de Recuperación Muscular

Guía de Recuperación Muscular

¿Qué es la recuperación muscular?

La recuperación muscular es la reconstrucción del tejido muscular tras un periodo de esfuerzo. Durante una sesión dura, es posible que empujes un grupo de músculos hasta el punto de fallo muscular (cuando te sientes físicamente incapaz de hacer otra repetición). Este proceso daña temporalmente las fibras musculares, pero durante el proceso de recuperación muscular del cuerpo después del ejercicio, el tejido muscular se recupera y se vuelve más fuerte que antes, lo que le permite construir músculo.

¿Por qué es importante la recuperación muscular?

Si quieres mejorar el tono muscular y practicar un estilo de vida saludable, es importante seguir una guía de recuperación muscular para que apliques el tiempo de recuperación a tus sesiones de entrenamiento. El sobreentrenamiento puede inhibir la síntesis de proteínas necesaria para el proceso de reparación muscular. Por lo tanto, cuando desafíes a todo tu cuerpo con entrenamientos de pesas y resistencia, también debes incorporar días de descanso para dar a tus músculos el tiempo que necesitan para reconstruirse.

6 consejos para mejorar la recuperación muscular

Para maximizar tus periodos de recuperación sigue esta guía de recuperación muscular e incluye las siguientes prácticas en tu rutina.

Hidrátate constantemente. Para construir las proteínas que forman el tejido muscular, tu cuerpo necesita mucha agua. Puedes beber agua pura para hidratarte, pero cuando sudes durante las sesiones, prueba una bebida deportiva que contenga muchos de los electrolitos (sales) que pierdes cuando sudas.

Come los alimentos adecuados. Antes de una sesión, come algo de proteína, ya sea huevos, mantequilla de cacahuete o un batido de proteínas. Si su sesión tiene un gran componente aeróbico (correr, montar en bicicleta, etc.), también puede beneficiarse de la ingesta de carbohidratos, que están disponibles inmediatamente como energía. Una sobrecarga de carbohidratos puede provocar la acumulación de ácido láctico y calambres, así que consúmelos con moderación. Después de la sesión, es bueno comer algo de proteína para ayudar al cuerpo a reponer sus reservas de glucógeno.

Escucha a tu cuerpo. Los músculos doloridos son la señal de tu cuerpo de que necesita un día de recuperación. Si has forzado tus músculos hasta el agotamiento durante una sesión, espera que haya dolor muscular al día siguiente. No vuelvas a levantar peso hasta que el dolor haya disminuido notablemente.

Intenta realizar ejercicios de recuperación activa. No es necesario que te saltes una sesión de entrenamiento mientras tus músculos se recuperan. Prueba a realizar ejercicios de recuperación activa como el yoga suave, el tai chi o una sesión de estiramientos sostenidos. Incluso un paseo al aire libre puede ser una gran forma de ejercicio que no inhibe la recuperación muscular.

Masajea los músculos doloridos con rodillos de espuma. Prueba a hacer rodillos de espuma para desestresar tanto los músculos como las fascias (tejidos conectivos) que los unen.

Duerma lo suficiente. Un buen descanso nocturno es esencial para la recuperación muscular. Dormir constantemente al menos siete horas por noche permite al cuerpo descansar y rejuvenecer.

Vídeo: Qué hacer después del deporte para recuperarse más rápido y mejor – Guía de recuperación muscular

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